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Ay, amorosa mía, inesperada mía, qué manera la tuya
de buscarme los ojos y estremecer los hilos más finos de mi vida,
qué manera la tuya de tomarme los días y las horas
que escondía mi pecho y lanzarlos al aire que te sigue
y se viste con todos tus presentes.
Sabes? si alguna vez me pierdo, solicítame, encuéntrame
no me dejes a solas en un distante mundo que no tiene tus formas,
llámame con la dureza de tus pezones
háblame con tus dedos, con tu pincel de labios,
con ese sentimiento que mueve tus vestidos de modo apasionante,
enrédame en tu pelo, que cada hebra sea sobre mi cuerpo un sello
de esos que tu fabricas sin pensar y me dejas como un regalo húmedo
en las partes más íntimas
para que yo recuerde como son las mareas y el sabor de sus aguas.
La única política a la que yo respondo reside entre tus brazos,
mis guerras sólo ocurren cuando tu lengua avanza en busca de la mía,
no hay tiempo en este tiempo para otras banderas ni otras balas
ni para aquello que no sea quererte sin descanso.
No me permitas malgastar los signos de tu existencia
entre ideas inútiles de cosas o de multitudes que debieran dedicarse
a sentir la belleza desesperadamente y olvidarse del miedo
de la desesperanza o de aquello que el odio desiguala y destruye.
Que tus hombros me dicten el movimiento de los trapecios
quizás las distracciones de un clavel o una fuente,
que tus cabellos enseñen los matices que habitan este enamoramiento
con el cual dentro de mí te reconozco.
He vuelto a la alegría resbalando las curvas de tus caderas,
despertándome en las neblinas que habitan tus pestañas,
en el olor ardiente de tu cuello y tus nalgas,
en esa propiedades de libertad que tienen tus axilas, tus muslos
cuando me abrazas fuerte y me estrenas de nuevo la memoria
de amar por vez primera y sentirte los besos
escalar las esferas donde enloquecen a vuelo y horizonte
los pájaros- violines y las hambrientas visiones de los tigres.
ALINA GALLIANO@
DEL LIBRO ...LOS DÍAS QUE AHORA TENGO.